El Barcelona FC de España la noche del miércoles empató 2-2 contra el Arsenal FC de Inglaterra en el Emirates Stadium en el partido de ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League. El partido vio 4 goles marcados en la segunda mitad después de una primera mitad sin goles.
El Barcelona dominó claramente la primera mitad del partido con más de 15 tiros a puerta mientras que el Arsenal tuvo menos de 5. La posesión del balón fue del 70% al 30% a favor del Barça. Controlaron todos los aspectos del juego, encandilaron a la afición con un fútbol delicioso, tuvieron varios tiros a puerta pero no llegó ningún gol. El anfitrión logró contener a los visitantes durante todo el primer tiempo.
La segunda mitad se reanudó con más hostilidad por parte del Barcelona, lo que llevó a su primer gol en el primer minuto a través de Ibrahimovic, quien hizo una carrera en solitario y presionó el balón sobre un portero del Arsenal que corría. La presión continuó; y esto dio sus frutos de nuevo para el Barcelona en el minuto 59 cuando Ibrahimovic hizo el dos para los visitantes tras un error defensivo de Alexander Song. El bombardeo siguió pero no llegaron más goles.
Arsene Wenger hizo un cambio inteligente, incorporando a Walcott en sustitución de Sagna en el minuto 65. Apenas 4 minutos después de su entrada, Walcott recortó distancias para el Arsenal en el 69 a través de un pase de Bendtner. A partir de entonces, el Arsenal, cuya posesión de balón había mejorado ligeramente al 40%, comenzó a recuperar más confianza. Continuó jugando con determinación y en el 84 Cecs Fábregas recibió una falta de Puyol en el área de penalti que provocó la tarjeta roja del árbitro central. El penal resultante fue perfectamente convertido por Cecs Fabregas para el gol del empate del Arsenal.
Se otorgaron tarjetas amarillas a algunos jugadores de ambos lados, en particular Emmanuel Eboue, Cecs Fabregas, Abou Diaby y Puyol recibió una tarjeta roja que lo inhabilita para el partido de vuelta en España. Fábregas también salió cojeando del campo, lo que generó dudas sobre su capacidad para jugar su próximo partido.
El Barcelona consiguió 2 goles vitales fuera de casa y el Arsenal tuvo la suerte de no haber concedido la derrota en casa. Arsene Wenger estaba visiblemente feliz con el sonido del silbato final que señalaba el final del palpitante encuentro. Sus muchachos no perdieron el partido después de todo. Todavía tienen esperanzas en el partido de vuelta que se disputa en la cuarta noche. el próximo encuentro promete ser mucho más explosivo.
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